Modificación de la ortografía (noviembre-2010)

Llegará por Navidades a las tiendas la reformulación de la ortografía que lleva a cabo la Asociación de Academias de la Lengua Española, que incluyen las de veintidós países. Un solo volumen compuesto por 800 páginas de una claridad, prometen, cuya lectura será accesible incluso para personas que hayan finalizado el bachillerato (considerados los datos, está dirigida a un público aún amplio).

Es comprensible que, con el paso del tiempo, se hagan reformas de la ortografía, puesto que las lenguas cambian, y más una como el español, que sin salir de la Península Ibérica ya muestra muchas variedades diferenciadas por factores geográficos. Si hacemos un cálculo aproximado con veintiún países más…

Pues bien, tratando de fijar y dar esplendor, se acometen las reformas que han dado y aún dan tanto que hablar en las comunidades virtuales (foros, blogs…) y en las reales (bares, mercados…). La i griega (y) se desliga del gentilicio para denominarse ye. Qué barbaridad. Será por la crisis. Pero es la tilde una de las principales víctimas de tanto consenso. A unos cuantos firmantes se les resta una costumbre (la be alta se llamará sencillamente be, por ejemplo), otros proponen que se eliminen las tildes de los diptongos monosílabos acostumbrados (ahora reformados, guion, truhan, fie, hui, riais), de un adverbio de soledad (solo), y de los pronombres demostrativos. La tijera contiene mucho peligro cuando se empieza a abrir: la tilde la o entre cifras (ejemplo: 5 ó 6) también desaparece de la norma. Sinceramente, no me hace ninguna gracia tanto recorte.

Entiendo mejor la nueva norma del prefijo ex, ya que a estas alturas lo extraño es no acumular más de uno, y eso hay que regularlo: se escribirá unido a la base léxica si afecta a una sola palabra: exmarido, exministro, exdirector, y continuará escribiéndose separado cuando preceda a palabras compuestas: ex capitán general.

Pero, de todos, el cambio que me gusta más es el cambio de Qatar, por Catar. Al primero no he ido nunca, pero del segundo, soy asiduo visitante, eso sí, sin pretensiones. Qué gran placer, catar.

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Un Comentario

  1. Lo que más me ha gustado es el humor por encima de las normas. Al final cai en catar y me encanto haber caido. Gracias.
    Aprendo, pero la ortografía va por un lado y yo voy por otro. Mi cerebro no graba las palabras ni las normas. Word corrige y otros me ayudan.
    Si me ves errores me cuentas.
    Un abrazo.

  2. ¡Hola, Ana!

    Veo en tu foto que sí te hizo gracia. Me alegro mucho.

    Si no te hubiera leído nunca te diría que te diré lo que necesites, pero ya que te conozco la escritura, sé que no te hago falta para nada de eso.

    Un abrazo.

  3. Yo sonreía ampliamente cuando te leía. Pensé: Victor tiene que grabar esto y enviarlo a RNE 5. Es noticia, es reflexión, es inteligencia.
    Me pasa como a ti. Es seguro que es evolución y probablemente necesaria. Es seguro que «pasos» como estos se han ido dando a lo largo de la historia del idioma..pero ¡como me cuesta aceptarlos sin ver en ello una renuncia, una concesión a lo fácil!
    Veo puré y papilla donde debería haber un buen plato de lentejas. Seguro que alimentan igual, pero no son lo mismo. Un abrazo, Victor.

    • Eres muy amable, Joselu. Ya he ido comentando con algunas personas interesadas en la manera de escribir y, llámanos carrozas, a todos nos cuesta verle la utilidad a la reforma. Me parece que intentan que el alumnado próximo acierte no sólo sin estudiar, sino además arrimándole el acierto a lo que escriba. Así no se evoluciona, creo. Ya veremos.
      Un gusto verte por aquí.
      Un abrazo.

  4. Para mí, la RAE, nuestra Autoridad lingüística, a la que seguiré respetando porque puedo perder algún que otro cliente, ha perdido credibilidad y autoridad desde que aceptó la palabra «bluyín» en su diccionario. Buscadlo, aparece. Pronto lo mismo vemos «crocreta» o «tí»…
    Lo de «solo» y los demostrativos está publicado en su página web desde hace mucho tiempo en la sección de «Preguntas frecuentes». Yo lo utilizo, me guste más o menos, lo utilizo porque en la carrera ya me lo enseñaron así. Es decir, esta «reforma» tiene ya unos añitos.
    Pero las Navidades son las Navidades y hay que llenarse los bolsillos.
    Lo de la «i griega» me da pena. Ahora voy a tener que decir «ye» cuando deletree mi nombre. Y ¿a quién le hacía daño?
    Lo peor es que lo de «Qatar» es incorrecto según la evolución lingüística del árabe al castellano.
    Reformarse o morir, pero ¿a qué precio? Hace pocos días que Javier Marías decía en un artículo «Voy a escribir como me apetezca. Privilegios de creador».
    ¡Un abrazo!

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